THE GOOD WIFE - The Last Call
Me pasé el día persiguiéndote por la ciudad. Cazando a un
fantasma, acariciando momentos que me había perdido. Intentando completar el puzle
de tu marcha. Juntando las piezas, haciéndolas cuadrar aunque al ensamblarse me
desgajaran como a una naranja. A mitad de camino sentí que te había perdido
antes de que te fueras. Un dolor terrible. El dolor de saberse culpable, de
arrepentirse, de perder un trozo de tu vida. Por la ambición profesional y el
pragmatismo familiar sacrifiqué mi amor por ti. Cuando las puertas del ascensor
se cerraron no estabas tú, sosteniéndome, empujándome hacia territorios
salvajes, peligrosos. No estaba tu boca, ni tu aliento, ni tus manos. No estaba
tu voz, que siempre me enredaba en tus juegos. No estabas tú. Cuando por fin
había asumido la derrota, supe la verdad sobre el final. O creí saberla. Al
final, tú me encontraste a mí. A la idea de nosotros. A la necesidad de
nosotros. Eso significaba la última llamada que me hiciste. Ese mensaje que casi no me llega, que casi se esfuma en tu partida, esas últimas palabras que no llegaste a pronunciar. Esa ostia de la vida. Cruel. Me agarraré a mis sentimientos para no hundirme. Había un futuro para nosotros dos, después de todo. Sí, ahora sé, que en el
fondo, sólo te quería a ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.