SILK - Tercera temporada / MY MAD FAT DIARY - Segunda temporada
… Y una de ellas se inclina hacia
adelante y la otra da un decidido paso hacia atrás.
El mismo día, el 1 de abril,
terminaron en UK dos series, quizás ambas para siempre. Dos series
protagonizadas por sendas mujeres complejas, con 1000 y un matices, con 1000 y
un problemas a sus espaldas. Esas series son Silk (BBC1) y My mad fat diary
(E4). Muchas veces nos quejamos de la poca visibilidad que tienen aquí las
series británicas. Más allá de Skins y Misfits antes, y Sherlock, Downton Abbey
y Black Mirror ahora, pocas series alcanzan cierto grado de conocimiento y
seguimiento. Eso, paradójicamente, ha hecho que se mitifique a la producción
televisiva británica, comparándola con la nuestra. Sobre todo comparando BBC con
TVE. La cuestión es que en UK también se hace mucha basura. La diferencia es
que allí además de basura hacen series ya no sólo buenas, sino arriesgadas.
Mientras E4 emite My mad fat diary, Cuatro programa Dreamland. No es demagogia
barata, bueno un poco sí, pero es que no puedo no decirlo. El problema ya no es
que tengamos una televisión mala, el problema es que tenemos una televisión
cobarde. Saliendo de la digresión, es una pena que no se hable más de estas dos
series, de estos dos dramas monumentales. Silk ha terminado su tercera y última
temporada con un final muy abierto, mientras que My mad fat diary ha puesto fin
a su segunda entrega con uno muy bien atado, lo cual hace creer que no habrá season 3. Han sido dos series con evoluciones diferentes este año. El
drama judicial de BBC fue de más a menos, terminando por enredarse en dos
capítulos finales con una trama central surrealista. El drama juvenil de E4 en
cambio ha ido de menos a más hasta terminar con dos capítulos maravillosos,
cosidos con el sentimiento que le faltó a los de Silk. A partir de aquí, por
partes.
Silk
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Os mataréis en la caída |
Para los que no saben que es
Silk, es un drama judicial que sigue a una abogada, Martha Costello (Maxine
Peake, una actriz espectacular), especializada en defender a acusados de
todo tipo y clase, y que se sumerge enfermizamente en su trabajo. La gracia de
entrada reside en que desconocemos completamente como funciona la justicia en
UK, más allá de lo del common law. Y la justicia en el país de su majestad,
funciona de una forma muy peculiar. Al principio de la serie uno tiene que
esforzarse para no perderse. Pero cuando logramos situarnos en el mapa
descubrimos un mundo muy peculiar, gobernado por tiburones y puñaladas
traperas. También con mucha pompa pero con mucho cinismo y dramatismo. En Reino
Unido la justicia es un poco teatro. Una representación. Un baile de máscaras.
Ahí reside el encanto de Silk, ahí, en la construcción de un personaje femenino
tan sólido, cuya vida gira única y exclusivamente en torno a su trabajo, y su
capacidad para captar los temas candentes en la sociedad occidental actual.
Spoilers sobre Silk Season 3
Así, en los 4 primeros capítulos
de esta tercera temporada, los casos que ha tenido Martha Costello en sus manos
han girado en torno a los siguientes temas: un policía que muere en una
manifestación (3x01), la homofobia en el fútbol (3x02), la eutanasia (3x03) y
el terrorismo islámico (3x04). Cuatro cuestiones de candente actualidad tanto a
nivel social, como político y como judicial. Pero la relevancia no está sólo en
el qué trata, sino como lo trata, con sus giros de thriller, su tacto pero
también su vehemencia. Esto se debe a que Martha Costello, esa mujer frágil en
su vida personal y dura como una roca y machacona como un reloj de cuco en la
esfera laboral es una mujer vehemente, obsesiva hasta la locura. Estos dos
detalles, sus problemas personales, incluso psicológicos (justo aquí es dónde
ella y la protagonista de la siguiente serie se encuentran) y su entrega sin
barreras a los casos en los que trabaja, son los puntos sobre los que los
guionistas construyeron los dos últimos capítulos de la serie, el final de
Martha Costello. La temporada estuvo partida en dos partes, los primeros 4
caps, que siguieron el molde tradicional de la serie. Y los dos últimos,
centrados en un caso protagonizado por un ex-novio de Martha. Así, cuanto más
avanzaba el juicio y más claro iba quedando que era culpable, más caía ella en
una espiral de negación que la fue empujando poco a poco hacia el abismo. Al
final se derrumbó, dejó escapar las elecciones para elegir al nuevo jefe del
bufete, su estabilidad emocional voló por los aires y su vida laboral entró en
coma. Esa secuencia final con ella perdida en medio de Londres, mirando al
Támesis desde el borde de un muro es trágica. Tras tanto recorrido, pudieron
los monstruos frente a los ángeles. El problema de los dos últimos capítulos no
es la decisión de llevar a Martha hacia el cataclismo, los problemas fueron de
otra índole. El caso no era interesante, el protagonista del mismo tampoco, la
trama conspiranoica que armaron alrededor menos. Aún así, Silk es una serie que
merece mucho la pena, con una protagonista maravillosa, arriesgada en el
tratamiento de los casos y en la construcción de su personaje central. La
recordaré siempre.
My mad fat diary
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Todo va a salir bien |
Esta serie narra en primera
persona, a través de su diario personal, la vida de una adolescente, Rae (Sharon Rooney, brillando en un papel tan difícil) en la
década de los 90 en Inglaterra. No una adolescente cualquiera. Una chica
atormentada por su sobrepeso y su compleja relación con su madre (Claire Rushbrook lo borda tanto en la comedia paleta como en el drama familiar descarnado) que tras
intentar suicidarse y estar en ingresada en un psiquiátrico, vuelve a su vida
intentando construirla de nuevo. Esta es la premisa. Lo que a partir de ella
hacen es magia. Una catarata de sentimientos buenos y malos, temores y
esperanzas. De vida. Es ante todo una serie palpable. Ayuda que el drama se
salpica con ese humor inglés tan negro y tan sucio. La maravillosa banda sonora
plagada de todos esos clásicos del rock british de los 80-90 que aún en día hoy
amamos. Mi momento musical favorito es el final de 2x03 a golpe de Roads de
Portishead, tanto por la utilización de la canción narrativamente, como porque
es una de mis canciones favoritas. Y también es importante el empaque visual,
con los dibujos del diario cruzándose con las imágines. Penes peludos sobre la
boca de Rae, o la telaraña de rallas que se va tejiendo sobre su cabeza cuando
se siente al borde del colapso.
Spoilers de My Mad Fat Diary Season 2
La segunda temporada de la serie
ha tenido una especie de estructura circular. Empezó y terminó en lugares
cálidos, embarrada en esperanza. Pero tuvo un corazón muy oscuro. Primero el
instituto y la imposibilidad de llevar a buen puerto su relación con Finn (Nico Mirallegro es puro encanto).
Después la soledad. Más tarde el egoísmo. Y al final, la expiación de los
pecados y sí, la fe en que el ser humano puede cambiar, que no estamos condenados
a vivir en un bucle emocional. Mientras Silk termina siendo pesimista, My mad
fat diary nos ofrece un futuro mejor. Una pone punto y final con una condena y
la otra con una promesa. Con ese Wonderwall que no había sonado en toda la
serie porque, siendo Rae talifana de Oasis como es, estaba destinado a
cerrarla. You’re my wonderwall. Lo que nos dice esta serie es que todos somos
egoístas, pero que eso no implica ser malas personas. Muchas veces Rae hace
daño a los demás siendo consciente de que lo hace, siendo consciente del acto
pero no tanto de las consecuencias del mismo. Esa voracidad destructiva. Esta
serie me quema. Me quema mucho. Me asuste porque puedo ver cosas mías en ella y
sus amigos. También me enternece. Me cala hasta los huesos. Porque en su forma
de luchar contra sus errores también me veo a mí. Al final, nuestra vida no es
más que una lucha constante contra lo peor de nosotros mismos. Al final, sólo
queremos ser queridos. Porque la soledad… la soledad asfixia incluso más que el
miedo.
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