domingo, 29 de diciembre de 2024

Mis 24 series favoritas del 2024

24. Cristóbal Balenciaga (Disney+)

Cristóbal Balenciaga se mira en el espejo de The Crown para conjugar el retrato personal de uno de los mayores diseñadores de moda de la Historia con la visión de un mundo al borde del abismo. Triunfa en lo primero y se queda a medias en lo segundo. Jon Garaño, Aitor Arregi y José Mari Goenaga deciden pasar de puntillas por la relación entre Balenciaga y la dictadura franquista para no hacer demasiada sangre de un hombre más preocupado por sus creaciones que del mundo que habitaba. En este sentido, la aproximación al mundo de la moda que hace esta serie es exquisita.


23. El circo de los muchachos (Prime Video)

En pleno franquismo un cura progresista monta una ciudad-escuela en la que, teóricamente, el gobierno es ejercido de manera democrática por adolescentes. Como ourensano tenía ciertas nociones sobre La Ciudad de los Muchachos y su proyecto circense, pero adentrarse en profundidad en esta historia es todo un viaje. Sobre todo, porque radiografía muy bien a España y la deriva ideológica de algunas personas que soñaban con levantar utopías y acabaron sumergidas en el fango. Además, León Siminiani demuestra, como ya lo hizo en El caso Asunta: Operación Nenúfar y El caso Alcàsser que sabe crear series documentales con pulso e intrigantes, a la vez que logra aportar soluciones innovadoras al formato como la importancia de lo cartográfico, deudora de su bellísimo cortometraje Arquitectura emocional 1959.


22. True Detective: Noche polar (Max)

No había muchas expectativas puestas en la cuarta entrega de True Detective y, sin embargo, ha sido una temporada muy interesante. ¿Por qué? Sobre todo por su capacidad de ser inquietante, misteriosa y tenebrosa exprimiendo un escenario de ensueño como Alaska, tanto en lo relativo a sus paisajes como en lo que respecta a su realidad socioeconómica y al legado de una cultura entregada al mito de la muerte en un invierno sin fin. Al acabar cada capítulo de Noche polar quería que Issa López me mostrara un plano más de esta pesadilla. El mal existe.


21. Slow Horses (Apple TV)

No ha sido la mejor temporada de Slow Horses, pero sigue siendo una serie de espías fuleros soberbia. Quizás el fallo de la temporada ha residido en que la trama principal no era demasiado ingeniosa. Aún así, la serie sigue estando deliciosamente escrita, entre el drama seco y el humor negro, y los personajes y sus relaciones funcionan a la perfección.


20. Nos vemos en otra vida (Disney+)

La miseria, el abandono, la desafección, la impotencia y la rabia generan violencia y muerte. Nos vemos en otra vida parte de la obra homónima del periodista Manuel Jabois para desentrañar las claves de la rama asturiana del 11-M. Ese Avilés desindustrializado y dejado de lado por los poderes públicos, clave en el éxito del mayor atentado de la historia de España, es reconstruido de una forma soberbia por los hermanos Sánchez-Cabezudo. Nos vemos en otra vida logra retratar todos los grises de sus protagonistas para no convertirlos en meros arquetipos vacíos.


19. Colegio Abbott (Disney+)

Colegio Abbott continúa siendo un happy place que no renuncia a hacer una defensa rotunda de la escuela pública en un país donde todo está venta. Una digna heredara de las mejores sitcoms en torno al espacio de trabajo como 30 RockThe Office o Parks and Recreation. Las dinámicas grupales son una delicia y cada personaje ya está perfectamente construido.


18. Fantasmas (Max)

Julio Torres usa todo lo que aprendió como guionista de Saturday Night Live para componer una serie organizada en torno a sketches que desnudan las miserias de la industria del entretenimiento desde la óptica de las personas que sobreviven a duras penas en su interior. Fantasmas juega con los códigos del cine de género para hacer humor absurdo con las raíces en la cultura gay y clavar unas cuantas estocadas.


17. Big Boys (Filmin)

Todos necesitamos, en algún momento de nuestras semanas un happy place... o unos cuantos. Big Boys con toda su ternura y empatía es un lugar donde refugiarse. Un chico gay al que se le murió su padre amplía su familia acogiendo a su compañero de habitación en la universidad, un chaval hetero abandonado por los suyos y con una abuela tocada por la lacra del alzhéimer. Hermandad de clase obrera. Nadie la pone en valor como los británicos, capaces de fusionar sensibilidad y humor negro y lograr que la mezcla sea perfecta.


16. Sangre y Dinero (Filmin)

Xavier Giannoli desmenuza con pulso de hierro una de las mayores estafas de este siglo. Un caso real en torno a las cuotas europeas del carbono que combina el thriller policíaco con el drama social para hablarnos de las clases sociales en Francia, introducirnos en las apestosas alcantarillas del capitalismo financiero y mostrarnos la dificultad de investigar cuando al aparato del Estado no le interesa.


15. The Curse (SkyShowtime)

Una pareja se embarca en el rodaje de un reality show que desean que se convierta en un anuncio de su macroproyecto urbanístico y en un lavado de cara del mismo. La premisa suena cuanto menos curiosa. La serie, creada por Nathan Fielder y Ben Safdie, protagonistas junto a Emma Stone, es un absoluto delirio. Una obra que lleva la vergüenza ajena hasta sus últimas consecuencias, se ríe de la especulación financiera disfrazada de cultura woke y se entrega al cine de género más incómodo. El último capítulo se encuentra entre lo más asombroso del audiovisual del último año.


14. The Listeners (Filmin)

Una mujer aparentemente normal comienza a oír un sonido que no cesa y que no se trata de un acúfeno. Este ruido incesante la conduce hacia una espiral autodestructiva en la que ella cree ver una suerte de liberación. En realidad el sonido no es más que un macguffin. De hecho, la construcción sonora de la serie no resulta especialmente interesante. Lo que le interesa a Janicza Bravo es adentrarse en la psique de su protagonista y representar visualmente los oscuros lugares en los que podemos acabar las personas y lo aislados que podemos acabar por ser incapaces de comunicarnos con los demás. Y lo logra, porque The Listeners está plagada de imágenes tan bellas como perturbadoras.


13. Such Brave Girls (Filmin)

En un momento de la historia en el que los británicos se han esforzado por destrozar su imagen, series como Such Brave Girls nos recuerdan que siguen teniendo un sentido del humor cáustico soberbio. Una familia conformada por tres mujeres de la empobrecida clase obrera inglesa luchan por sobrevivir mientras se sacan los ojos las unas a las otras. ¿Se puede hacer una serie marcadamente feminista protagonizada por mujeres que no lo son? La humorista Kat Sadler demuestra que sí. Such Brave Girls es la serie con la que más alto me he reído este año.


12. Mr. and Mrs. Smith (Prime Video)

Habida cuenta de la calidad del material original y de la salida de Phoebe Waller-Bridge del proyecto por desavenencias con Donald Glover, nada hacía pensar que Mr. and Mrs. Smith podría salir bien. Pero lo hizo. Es un thriller sexy y juguetón que se expande hacia otros géneros (la comedia, el drama romántico...) y que conjuga a la perfección lo episódico con el conflicto de pareja central. ¿Lo mejor? La increíble química que tienen Donald Glover y Maya Erskine. 


11. Samuel (RTVE Play)

Un año en la vida de un adolescente da para mucho. Samuel nos habla de aprender a enamorarse, a sentir, a gestionar las emociones, a valorar la amistad, a conocerse a uno mismo y a dejarse maravillar por la vida. En un momento en el que tenemos propuestas de animación con técnicas complejísimas, fastuosas y abigarradas (Arcane, Spider-man...), Samuel nos propone todo lo contrario: un dibujo sencillísimo que fluye de una forma asombrosa y logra crear imágenes emocionantes y cautivadoras. Es una serie que puede disfrutar un niño de 10 años, pero también su padre de 45. 20 capítulos de 4 minutos. Se devora.


10. Shôgun (Disney+)

En un año especialmente flojo de series estadounidenses, un drama rodado en más de un 50% en japonés se ha convertido en la serie del 2024 en Estados Unidos. Shôgun aborda los acontecimientos que propiciaron el inicio del shogunato Tokugawa que dirigió Japón durante dos siglos hasta bien entrado el XIX. ¿Por qué ha generado tanto entusiasmo? Una buena construcción de personajes, una ambientación exquisita, la fascinación que nos producen los conflictos de poder bien escritos y un soberbio manejo de los giros narrativos. En mi opinión, quizás se desinfla un poco en los dos últimos episodios optando por una resolución de la historia que se sale de lo habitual pero no acaba de cuajar.


9. Celeste (Movistar+)

El audiovisual americano nos ha contado muchas veces la última investigación de un detective a punto de jubilarse. Diego San José le da la vuelta al tópico para mostrarnos el último baile de una inspectora de Hacienda. Celeste es menos hilarante que su anterior genialidad, el tríptico Vota-Vamos-Venga Juan, pero igual de certera en su retrato de cómo somos y por qué hacemos lo que hacemos. Uno podría esperar que en Celeste la buena fuese la inspectora y la mala la artista que intenta evitar pagar impuestos en nuestro país. Pero vivimos en un mundo que es una infinita escala de grises. La protagonista de Celeste cruza demasiadas líneas rojas para lograr un fin que es más privado (egoísta) que público (común).


8. Power Play (Filmin)

Si en la primera parte vimos el ascenso de la primera ministra de Noruega Gro Harlem Brundtland al poder, ahora vemos lo difícil que resulta mantenerse en él y lo dura que puede ser la caída. La segunda parte de Power Play continúa retratando la derrota ideológica de los partidos socialdemócratas nórdicos con una mala hostia y un afinado ingenio que son una auténtica delicia. Una de las mejores series o películas sobre política de la última década.


7. Ripley (Netflix)

La puesta en escena de Ripley es un manual de dibujo técnico. Cada plano está atravesado por líneas y formas que atrapan a los personajes dándoles falsas esperanzas de fuga y focalizan la mirada del observador. Porque Ripley no es una serie para espectadores, sino para personas que desean recrearse en el placer de observar. Steven Zaillian construye el complejo retrato psicológico de su protagonista a partir del espacio y de su relación con él. La bellísima y decadente Italia de Zaillian fluctúa de manera delicada entre el sueño y la pesadilla. Exactamente igual que un psicópata que puede ser delicado y cruel.


6. Mi reno de peluche (Netflix)

Vivimos sobre-estimulados y cada vez resulta más difícil que una obra cultural trascienda su nicho, llegue a millones de personas y logre generar un debate en el seno de la opinión pública. O, lo que es lo mismo, no es tan fácil ya encontrar series, películas, discos o videojuegos que hayan visto casi todos nuestros amigos y que den lugar a conversaciones interesantes. Mi reno de peluche lo consiguió. Esta serie basada en la experiencia real de su creador va más allá de la historia de un acoso para abordar las consecuencias de los abusos sexuales y las múltiples formas de violencia que nos ejercemos las personas. Mi reno de peluche por momentos es aterradora y, en muchos casos, conmovedora.


5. La fiebre (Movistar+)

El fútbol nos puede salvar de una guerra civil. O eso cree Eric Benzekri, la mente detrás de Baron Noir, la mejor serie política de la última década. En su nueva serie, La fiebre, una humorista de extrema derecha y una socióloga experta en gestión de crisis juegan una partida de ajedrez para lograr una crisis política y social que se lleve por delante la V República Francesa, la primera, y para evitarlo, la segunda. En medio, un equipo de fútbol. Así como Baron Noir nos anunció que la única forma de parar a la extrema derecha era una unión del centro-izquierda, el ecologismo y la izquierda, La fiebre defiende que solo una desescalada del frentismo puede frenar la irrupción de un conflicto civil auspiciado desde las redes sociales por agitadores extremistas. Apasionante.


4. Los años nuevos (Movistar+)

Sara Cano, Paula Fabra y Rodrigo Sorogoyen han levantado una catedral de la cultura millenial. A través de la historia de amor y autodescubrimiento de dos treintañeros a lo largo de la última década, conforman la radiografía de una generación a la que le ha costado encontrar su lugar en el mundo. En el primer episodio, Ana le pregunta a Òscar si está triste y él responde que no. Cuando llegan a su casa, pone música de Nacho Vegas. Como dice la generación que nos ha tomado el testigo en eso de ser jóvenes: me he sentido visto. Para las personas que tenemos una edad similar a la de los protagonistas, Los años nuevos nos invita a repensar qué hemos hecho en estos 10 años, qué queríamos conseguir y dónde nos encontramos y, de paso, sentirnos arropados por una melancolía tierna y sana, sin que ello implique desear volver al pasado, porque como dice Standstill "adelante Bonaparte, que vamos tarde".


3. Hacks (Max)

Hacks es una de las cimas de la dramedia estadounidense. Su tercera temporada la consagra como una de las mejores series norteamericanas de lo que va de década. La cómica Deborah Vance está determinada a cumplir el sueño de su vida y presentar un late night. Caiga quien caiga. Hacks puede ser desternillante en una secuencia y desoladora en la siguiente. Ácida y tierna. Cruel y humanista. Ante aquellos que nos quieren empujar a una guerra generacional, Hacks pone en valor la colaboración, el respeto y la voluntad de abrirse a las ideas de los demás sin por ello renunciar a las propias. Deseando ver a dónde nos lleva la cuarta temporada. 


2. La amiga estupenda (Max)

La historia de Lenù y Lila, las dos amigas napolitanas, ha llegado a su fin con una temporada sensacional que aborda la madurez de sus protagonistas. Lenù vuelve a Nápoles para enfrentarse definitivamente con su obsesión amorosa con Nino, su enfermiza relación de fascinación y dependencia con Lila, el complicado crecimiento de sus hijas, la dolorosa decadencia de su madre y la necesidad de encontrar su propia voz y una manera notable de trasladarla al papel. Si la última temporada de La amiga estupenda es tan emocionante es gracias a la dirección de Laura Bispuri y la interpretación de Alba Rohrwacher. Si me tengo que quedar con solo cuatro momentos escogería: el final del capítulo del terremoto con esa pared agrietada sobreimpresionada sobre el rostro de Lenù, por su desoladora belleza; la secuencia de Nino en el baño desde la mirada de la protagonista, por su patética ordinariez; la última conversación, por su emoción contenida; y las muñecas recuperadas, porque dota de una perversa estructura circular a una historia que nunca fue un juego de niñas.


1. Querer (Movistar+)

Querer no es la mejor serie del año porque trate un tema central de esta era: el consentimiento en las relaciones sexo-afectivas. Lo es porque no te vomita su discurso a la cara, sino que toma a las personas que ven la serie como adultos capaces de pensar por sí mismos. De ahí que todo lo que tiene que decir Querer sobre la violencia que se produce en las parejas lo muestra a través de sus imágenes y no de sus diálogos y no necesita ser explícita para ser contundente. Una mujer denuncia a su marido tras tres décadas juntos por abusos sexuales y psicológicos continuados. Tras este punto de partida, la serie aborda cómo afecta esta decisión y el consiguiente proceso judicial a ella, a él, a sus dos hijos y a las relaciones entre ellos y con los demás. El guion y el reparto de Querer son fantásticos, pero lo más extraordinario de la serie es su puesta en escena llena de secuencias que riman entre sí y que nos transmiten estados humanos como el terror (la huida del domicilio conyugal), la determinación (el juicio), el asco (la reunión familiar), la autorreflexión (la secuencia en la cama de un niño), el perdón (el cumpleaños) y la liberación (sumergirse en la noche). En un mundo regido por lo explícito, Querer te invita a pensar. No es una serie que busque decirte cómo debes sentirte, sino que sus imágenes se meten en tu cabeza y te hacen reflexionar sobre lo que has visto, vivido y hecho.


2013: Breaking Bad
2014: The Good Wife
2015: Mad Men
2016: Juego de Tronos
2017: The Leftovers
2018: El cuento de la criada
2019: Chernobyl
2020: Mrs. America
2021: Succession
2022: Separación
2023: La Mesías
2024: Querer

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