REVENGE
¡La siguiente ronda de morfina la paga la menda! |
La tercera temporada de Revenge estaba siendo la temporada
de la resurrección y la expiación de los pecados cometidos durante su segunda
entrega: madres que no ardieron, iniciativas sin rumbo, cambios de acera
innecesarios y sobre todo (y por culpa de todo esto) nulo avance de la trama
principal: la venganza. Cuando digo que estaba es porque en el último capítulo,
Homecoming (3x11), todo ha volado por los aires. Revenge ha saltado una manada
entera de tiburones en 40 minutos, ni Scandal (Escándalo para los amigos) es capaz de quemar tanta trama en
tan poco tiempo. Ni el Escándalo de Shonda ni nadie. Una locura, y una tomadura de pelo, y una
gozada, todo en uno.
El plan maestro de esta temporada parecía claro, encaminar a
la serie hacia la consumación de la venganza de Emanda. Pues ya no. Todos estábamos muy contentos por el nivel de
bitcherismo de la temporada con constantes duelos de perras entre Emanda y Victoria (Emily VanCamp y Madeleine Stowe, el presente y el futuro del botox, divarracas nivel supremo), dispuestos a
disfrutar de la recta final. Pues ya no. En el último capítulo, Revenge ha
enredado tanto las cosas que si ABC no decide cancelarla, y tal como está ABC
lo dudo, aún hay serie para rato. Y eso, obviamente, es una tomadura de pelo al
espectador y sin embargo no puedo dejar de aplaudir el espectáculo pirotécnico.
Revenge es ahora mismo más culebrón bananero* de lo que nunca fue, la venganza
está paralizada y su protagonista al borde del precipicio. Y eso sí que me
parece interesante, ver a la manipuladora Emanda
en clara desventaja frente a sus enemigos y con sus alianzas comprometidas o
dañadas.
Empieza tras este capítulo ya no sé si una nueva serie, pero
desde luego si una nueva etapa centrada en enseñarnos como la protagonista va a
salir del atolladero actual en el que se encuentra. Parecía que llegábamos al
final, que la trama no podría estirarse más. Ilusos. Los responsables
televisivos saben que siempre se puede forzar la cuerda un poco más, el riesgo
a romperla es lo de menos, la responsabilidad con el espectador no es
relevante, ya se sabe, todo por la pasta.
* [Espoilers a gogo]: Habían tirado de centenares de
elementos de culebrón clásicos antes (las escaleras han dado mucho juego en
esta serie) pero la amnesia es junto a la ciega que recobra la vista y el
embarazo simulado (que también ha usado Revenge y que ha terminado su recorrido en este cap) mi
favorito. En el momento en que descubrimos que Emanda está amnésica (ojo, podría ser una estratagema, claro, con
esta muchacha nunca se sabe y no sabemos cómo llegó al hospital exactamente)
mis risas se debieron de escuchar en todo el edificio. Hace bien la serie en
usar todos estos giros tróspidos del género sin tomárselos en serio. Al fin y
al cabo esa debe ser la clave de un culebrón de prime time de hoy en día, saber
reírse de sí mismo para lograr entretenernos. PD: Ya puestos podían volver a Daniel Greyson mudo, le harían un gran favor a la humanidad.
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