COMMUNITY
En este ojete se va a escribir un crimen |
Dan Harmon es ese señor que hace que Matthew Weiner (Mad
Men) o Kurt Sutter (#PutoSutter, Sons of Anarchy) parezcan abrazables abuelitas
que hacen cocido o fabada los domingos para comer. Posiblemente sea el
showrunner televisivo con peor fama de los últimos años. Un badass que hace de
su capa un sayo. Su irascible carácter y su maniático control lo llevaron a salir de su propia serie, Community, a golpe de escándalo tras el final de la tercera temporada. Su talento y
personalidad lo han traído de vuelta tras una cuarta temporada de la serie que
no estuvo a la altura de la Era Harmon. Y es una buena noticia. Tras los dos
flojitos capítulos que abrieron la nueva etapa de Community, el tercero ha dado
la campanada. Sí, Dan Harmon ha vuelto, y lo ha hecho homenajeando/riéndose (el
eterno binomio de esta serie) del cine de David Fincher. A mí, que soy un
talifán de Fincher (otro que tiene fama de ser una persona muy maja) no pudo gustarme más, desternillante e
inspirado, desvergonzado y muy trabajado (esa fotografía a lo Cronenweth!!!, ese final abierto a lo Zodiac), con versión loca de Creep incluida
para arrancar la fiesta.
Estos tres primeros capítulos vienen a confirmar lo ya
aprendido, la Community de Harmon es una montaña rusa en la que se mezclan
capítulos mediocres con obras maestras metacómicas (#conceptaco) de 20 minutos.
Como siempre, Community se vuelve buena de verdad cuando ofrece capítulos
temáticos que le meten mano a la cultura audiovisual contemporánea. En cambio,
cuando es una sitcom normal la serie no termina de funcionar, quizás porque
sus personajes nunca han logrado desarrollar la química necesaria para resultar
divertidos e ingeniosos per se. Community no es Modern Family o Cougar Town, no
puede funcionar a través del carisma de sus personajes, su motor tienen que ser
las tramas y sobre todo los conceptos detrás de las mismas. Por definición esta
sitcom tiene que ser más ingeniosa que ninguna otra, porque si no es ingeniosa
no es divertida. Es, como Louie, por ejemplo, una serie conceptual, una obra de
autor, por eso mismo la Community sin Harmon no era una gran serie, simplemente
era una sitcom correcta que se esforzaba en ser algo más sin conseguirlo. No se
puede hacer una serie de autor sin el autor.
Harmon ha hecho borrón y cuenta vieja, y con un par de
chistes se ha reído de sí mismo y ha presentado una enmienda a la totalidad de
la temporada anterior (hasta para ser maligno y rencoroso tira de ingenio el jodío). La serie que nos propone es la
Community de antaño, esa serie a veces sublime y a veces anodina, capaz de
hacer el mejor episodio cómico del año pero también de torturarnos con un buen
puñado de entregas de relleno. No hay mejoras, no hay arrepentimientos, Dan
Harmon tiene claro que serie quiere (/puede) hacer y todas las críticas
recibidas se las pasa por dónde el criminal en serie del capítulo de Fincher
mete las monedas. Ya se sabe como son los genios, en sus desquiciadas y asombrosas
cabezas creen que siempre llevan la razón.
estoy planteando saltarme mi normal con esta? tiene para largo?
ResponderEliminarjajajaja tu única norma es inventarte normas para justificar que haces lo que te sale del nabo xD
Eliminartal como están las comedias de NBC en audiencias quizás le dan otra temporada más, hasta mayo no se sabrá :(
PD: Ve Treme!