En los Emmys sólo nominan a 6 series, pero teniendo en cuenta que ellos no ven nada y yo veo muchas cosas, me voy a poner en modo Oscar, y hacer una lista de 10. Mis 10 comedias (y "comedias") favoritas del año.
10. Parks and Recreation
10. Parks and Recreation
No fue, desde luego, la mejor temporada
de Parks and Recreation, tuvo bastantes
capítulos muy olvidables. Y aún así sigue siendo mi happy place por excelencia. Esa serie que me abriga como si fuera
una manta suavecita y me hace feliz durante 20 minutos semanales. Y aún así
tuvo capítulos muy buenos como el de la despedida de Ann y Chris o lo season finale doble con twist a lo
bestia de cara a la séptima y última temporada. Quizás el problema de este
sexto año en Pawnee fue que al estar Leslie muy perdida profesionalmente la
serie se resintió, careciendo de la dirección hacia adelante que siempre le
imponía su protagonista.
9. Community
Había muchas expectativas puestas
en el regreso de Dan Harmon a Community,
y quizás por ello mucha gente se sintió decepcionada. Estoy de acuerdo con que
quizás pasado el ecuador de la temporada se sintió muy fatigada la serie. Sin
embargo volvió a ser la Community que era antaño, con los mismos logros y los
mismos problemas. Vamos, sublime en su irregularidad, pasando de capítulos
soberbios (el de Fincher, el de la lava, el de la red social…) a otros que no
aportaban nada. Ya se sabe, Community es
mejor cuanto más experimental y meta se pone. Al final sí… habrá Six Seasons… y
posiblemente And A Movie.
8. Brooklyn Nine-Nine
La nueva serie del hombre detrás
de Parks and Recreation, Michael
Schur, fue la gran perjudicada en el terreno de la comedia de las nominaciones
a los Emmys. No entró ni en la categoría reina ni en mejor actor protagonista,
dos premios que logró en los últimos Globos de Oro. Más alla de eso, Brooklyn Nine-Nine es el mejor estreno
de una sitcom de network desde la temporada de Modern Family y Community.
Tuvo unos primeros capítulos a los que les faltaba cocción, que quemaban
demasiado a su protagonista y no terminaban de perfilar a los secundarios. Sin
embargo pronto lograron que la dinámica grupal (elemento clave de toda comedia)
funcionara como el mecanismo de un reloj perfectamente calibrado. Y a partir de
ahí la serie fue una gozada. Divertida, original, entrañable, traviesa. Muchas
ganas tengo de ver como sigue en su segundo año.
7. Modern Family
Parece que este año sí, que este
año termina la dictadura de Modern Family
en los Emmys y no logrará su quinta victoria consecutiva. De las favoritas a
destronarla hablaré más abajo. Aún así, quizás esta haya sido la mejor
temporada que ha tenido la serie en los últimos 3 años. Los personajes y los
actores siguen funcionando a las mil maravillas (sobre todo sus
interrelaciones) y ha tenido un par de golpes dramáticos que le han dado mayor
profundidad a la serie sin restarle comicidad. Además de Under pressure del que
ya hablé ayer, hay que destacar su maravilloso viaje a Las Vegas (¡ese juego de
puertas!) o la season finale doble con
la boda de Mitch y Cam.
6. Broad City
Alguien me preguntó cuáles fueron
las series con las que más me reí en la temporada 13/14 y mi respuesta fue “Veep y Broad City”. Llegué a esta serie tras leer muchas cosas buenas de
ella en Twitter y con la temporada ya finalizada. Me la ventilé en 2 días,
intentando no devorarla de un tirón. Por lo tanto fracasé estrepitosamente. Broad City es la serie que más se
aproxima al tipo de humor que yo tengo: negro, sucio, absurdo y muy
autoparódico. Por eso ya en el segundo capítulo estaba totalmente enamorado de
la serie y recomendándola a varias amigas. Mi frase-slogan para venderla era:
es como sería Girls si fuera una
comedia de verdad. Estas dos chicas piden a gritos cruzarse con las de la serie
de Lena Dunham e ir a perrear todas juntas una noche. Y que en el transcurso de
la misma pasen una sucesión incalculable de desventuras ligadas a la maría, el
sexo y la vergüenza ajena.
5. Orange is the new black
Primera candidata que suena con
fuerza para destronar a Modern Family
tras su victoria en los Critic’s y el buzz
obtenido gracias al estreno de su segunda temporada. Sin duda OITNB sería una gran vencedora si se
impone el próximo día 25. Es una serie contundente, adictiva, muy entretenida.
Se consumen sus capítulos como si fueran pipas. Ha dado una gran visibilidad a
las actrices negras y latinas y ha construido una galería de personajes
femeninos descomunal. No es una serie redonda, tiene sus aristas, al fin y al
cabo ha salido de la mente de Jenji Kohan (Weeds).
Pero está hecha con mucho corazón y con un gran sentido del espectáculo. Su
enorme fandom la avala. Necesitaba
una serie como ésta.
4. Shameless
Es curioso ver como justo en su
temporada más dramática, Shameless salta
a las categorías de comedia (tras una excepción de las “normas” de la
Academia). Nos hizo pasar el invierno con el corazón en un puño. Si Fiona cae,
caemos todos, y Fiona esta temporada no hizo otra cosa más que precipitarse
hacia el abismo. También Ian o Debbie tuvieron tramas muy tristes, además de
que V y Kev, que siempre son un alivio cómico, tuvieron menos peso. Aún así
entre las tragedias de los Gallagher si coló ese humor tan gamberro, con tanta
mala baba, típico de la serie. Mickey, Hank moribundo, la aventura
universitaria de Lip… fueron tramas que ayudaron a relajar la tensión cuando la
serie se volvía cada vez más oscura. Una cuarta temporada sensacional que deja
un terreno bien abonado para que la quinta entrega sea igual de sólida.
3. Girls
No por ser previsible es menos
indignante, en su temporada más sólida hasta la fecha Girls se ha caído de la lucha por el Emmy a mejor comedia del año.
Frente a la irregularidad de los dos años anteriores este año la progresión de
la serie ha sido más consistente yendo de menos a más según los personajes iban
profundizando en sus conflictos. Tener a la relación entre Hannah y Adam como
pilar maestro le permitió a Dunham perfilar una temporada que tratara temas
bastante serios como la muerte, la familia, la amistad con el paso del tiempo,
o cómo evolucionan las relaciones de pareja serias. Y aún así quizás sea el año
de Girls con el que más me he reído,
Hannah tuvo en su trabajo y antes con la publicación de su ebook momentos
realmente hilarantes. Tan oscura y retorcida como siempre, Girls volvió a salir al ruedo para no dejar títere con cabeza de
esta generación nuestra que va a la deriva.
2. Veep
Si hay que otorgarle el título de Most Improved Player este año a una serie sin duda sería a Veep. ¡Vaya salto de calidad ha pegado! Ya la segunda temporada fue
mucho mejor que la primera, pero es que esta tercera ha sido descomunal.
Negrísima, cínica hasta límites insospechados e hilarante. Tiene los diálogos
más lapidarios de la televisión. Es una crítica mordaz a la
política, o más bien a la basura que corrompe la política. Hace una radiografía
de Washington como una enorme cloaca que ni House
of Cards. Tiene un fantástico grupo de secundarios a cada cual más
incompetente y peculiar. Y… además, tiene a Selina Meyer, el retrato más
certero de político vacío por dentro y que es todo sonrisa por fuera. Todo el
mundo debería ver Veep, aunque sólo
sea por ver como reparte ostias a diestro y siniestro. Si hubo una serie de la
que no hice reflexión de final de temporada y se lo merecía, fue esta serie,
pero no tuve tiempo material aquellos días. PD: Veep es la otra gran candidata a desplazar a Modern Family.
1. Louie
No sé muy bien qué decir de Louie que no haya dicho ya antes de
ayer, ayer, o cualquier vez anterior. La conexión emocional que entablo con esta
serie no la consigo entablar con ninguna otra. No hay serie que me rompa los
esquemas tanto y de una forma tan devastadora. Cuando una serie te hace reír a
carcajadas y a la vez te deja noqueado durante días, pensando en qué tipo de
persona eres, cómo es tu vida o hacia dónde te diriges, entonces… es que esa
serie es especial. Y Louie lo es. No
es una serie que haya recomendado mucho, porque no es una serie al uso, es pura
libertad creativa, a veces onírica, otras hiperrealista, a veces tiene
historias que se alargan 6 capítulos (véase Elevator) en cambio otras un mismo
capítulo de 20 minutos cuenta 2 historias diferentes. Cuando uno se sienta a
verla lo único que debe esperar es que C.K. le sorprenda. Nada más. No hay
moldes, no hay reglas, es un genio dando rienda suelta a su creatividad, a sus
sentimientos y a sus ideas. Este año reflexionó más que nunca sobre la
incomunicación urbana, sobre la familia y sobre el amor. Fueron los 3 temas que
recorrieron todos los capítulos. Quizás por eso esta cuarta ha sido la mejor
temporada de la serie, porque ha estado mejor hilada, más condensada. Muchas
gracias por todo Louis C.K., muchas gracias por ayudarme a comprenderme un poco
mejor a mí mismo.
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