Una de las gracias de esta lista
es comprobar cuantas series de mi top 10 de rookies de 2013 (I y II) están en esta lista
de las mejores series de segundo año. El resultado de la comparación es
bastante positivo. Sólo se han caído Masters of Sex y Orphan
Black, que desde luego han pegado un bajón de calidad muy fuerte en sus
segundas temporadas. Tampoco está Dates
porque al final resultó ser una miniserie. A las 7 que repiten se suman 3
series que no metí en mi top de novatas el año pasado, las británicas My Mad Fat Diary (no la había visto), In the flesh y The Fall (no tenía claro que fueran a tener segundas temporadas aunque
ya se hubieran anunciado, vivo en inopia).
10. Rectify (Sundance
Channel)
La primera serie de Sundance
Channel, una apología radical de la slow-tv,
se ha confirmado este año como una rotunda serie de autor. A mí no me ha
fascinado tanto como en su soberbia primera temporada, quizás la noté demasiado
empantanada, por eso pasa del 4º puesto al 10º. Aún así, es un placer poder ver
obras de este calibre, de esta osadía, como este relato sobre un condenado a
muerte que sale de la cárcel, y como sus fantasmas interiores y sus enemigos
exteriores lo muelen a palos. A él y a su familia.
9. Brooklyn Nine-Nine (FOX)
El año pasado la puse en el
décimo puesto más como un voto de confianza que por haber demostrado merecerlo.
Está feo echarse flores, pero acerté. Brooklyn
Nine-Nine desde diciembre de 2013 no ha hecho otra cosa que mejorar hasta
consolidar su estilo de humor y las dinámicas entre los personajes. Llegados a
este punto voy a atreverme a decir que es mi sitcom favorita en antena (sin
contar a Parks and Recreation). Larga
vida a Jake Peralta and associates.
8. In the flesh (BBC)
A muchos la primera temporada de In the flesh nos conmovió. Yo la devoré
en un tren en medio de Castilla e hizo que mi largo viaje fuera más corto y más
bonito. Era una historia de zombies inteligente, diferente y sensible. Aún así,
su segunda temporada me despertaba muchas dudas. Los primeros capítulos no me
gustaron mucho, pero una vez que entré de lleno en la historia, o más bien en
los regates de la misma, me volvió a ganar. Tengo muchas ganas de ver cómo la
conducen en su tercer año. Gracias, BBC.
7. Orange is the new black
(Netflix)
La dramedia de Jenji Kohan pasa
del 4º en mi lista de rookies de 2013, al 6º puesto en esta de alumnas de
segundo curso. Ya sin el efecto novedad, la serie ha logrado mantenerse a un
altísimo nivel, sobre todo gracias a una poderosa villana, Vee, y una aún más
grandiosa rival, Red. Ojalá el tercer año sea, por fin, el de las latinas.
6. The Fall (BBC)
Sin duda alguna The Fall (más allá de los finales de Sons of Anarchy y The Newsroom) ha sido la gran sensación seriéfila del final de año.
Todo son alabanzas para estre thriller psicológico-policiaco protagonizado por
Gillian Anderson y Jamie Dornan. Este toma y daca entre un asesino en serie muy
perturbador y la detective obsesionada con darle caza. Pocas series son más
perturbadoras. Pocas por no decir ninguna. Parecía difícil mantener la tensión
(y el aire enfermizo) del primer año, pero no sólo lo han logrado, sino que la
han multiplicado. Excelente.
5. My Mad Fat Diary (E4)
¡Qué serie más maravillosa!
Triste, graciosa, tierna, ingeniosa. ¡Y qué música! Le haría el amor con todo
el cariño del mundo a su BSO. La historia de caída y catarsis de Rae (soberbia
Sharon Rooney) me impactó muchísimo. Una de las series con las que más disfruté
este año. Sin duda. Con su final aplaudí de felicidad. Ojalá más series así,
series que te insuflen la necesidad de vivir, de tener esperanza.
4. The Americans (FX)
En su segundo año esta historia
de unos espías soviéticos viviendo el american
way of life en la era Reagan, ha consolidad su estilo (narrativo,
ideológico) en este segundo año. A The
Americans le da igual ser anticlimática, zambullirse en cuestiones
peliagudas como la religión o ser fría como el hielo. A mí también me da igual,
mientras siga siendo un drama tan sólido, y sobre todo tan interesante, que te
crea tantas dudas interiores.
3. Please Like Me (ABC2)
En ninguna lista veréis a la
serie de Josh Thomas en una posición tan alta. Yo mismo reconozco que es muy
cuestionable colocarla en este podio por delante de series como The Americans o The Fall. Pero no he podido evitarlo. Sin duda Please Like Me ha sido uno de los más cálidos y graciosos happy places de mi año. Me ha abrazado y
me ha hecho sonreír cuando más lo necesitaba. ¿Tiene defectos? Sin duda. Pero
se los perdono todos porque conecto mucho con ella. Y más este año, gracias a
esa historia de amor imposible. Thomas no es tan profundo como Lena Dunham,
pero es más tierno. Sube 3 puestos desde el 6º lugar del año pasado.
2. Hannibal (NBC)
El año pasado dije que era la 9ª
mejor serie de estreno. Este año la coloco de 2ª en esta lista. Creo que la
evolución está clara. El crecimiento de Hannibal
ha sido descomunal. Abandonando el formato procedimental se ha vuelto una serie
más contundente, más redonda, mejor planeada. Una joyita audiovisual (esa
fotografía, esa música, ese trabajo de dirección), jodidamente retorcida. Que
las dos series más perturbadoras de la televisión: The Fall y Hannibal,
cuenten en sus repartos con Gillian Anderson no puede ser casualidad. Y menos
teniendo en cuenta que Anderson viene de X-Files.
1. House of Cards US
(Netflix)
1. House of Cards US
(Netflix)
Pues sí. House of Cards fue mi rookie
de 2013 y ahora es mi sophomore de
2014. Para mucha gente es una serie fallida, grandilocuente, condescendiente y
pretenciosa. Posiblemente tengan razón. Pero también es, por lo menos para mí,
una ficción brillante sobre las tinieblas del poder. Sobre el ansia de poder.
Ha sido la serie que he devorado este año con la necesidad de un yonki robando
morfina. A mí me encantan los thrillers políticos, desde luego soy un
espectador cautivo. Es una serie que disfruto y que no quiero que termine
nunca. El ascenso de Frank Underwood en la ciénaga política de Washington ha
sido toda una experiencia. Veremos qué tal se le dar mantener lo conquistado.
Mención especial: The Comeback (HBO)
Al igual que todas las series de
esta lista, The Comeback emitió su
segunda temporada en este 2014, sin embargo, no fue su segundo año de vida, ya
que la primera temporada se pudo ver en HBO en el verano de 2005. En una de las
resurrecciones más sorprendentes (y necesarias) que yo recuerde, la serie de
Lisa Kudrow (mis respetos) ha vuelto para hacerme feliz. Una sátira
metatelevisiva divertidísima e inteligente. Homenaje y crítica furibunda a la
basura televisiva, a la comercialización de la vida y a la banalización del
mundo del espectáculo. Valerie Cherish es, para mí, un icono televisivo.
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