TRUE DETECTIVE - Segunda temporada
Sin spoilers |
Ha terminado ya la segunda
entrega de True Detective, la
serie-antología que dejó con la boca abierta a muchas personas a principios de
2014. Yo soy una de esas personas. Un
año y medio después, su autor, Nic Pizzolatto, dilapidó todo el crédito que había
acumulado con la primera temporada de su ficción detectivesca. Auge y caída de
un hombre devorado por su ego.
Tras el éxito conseguido por la
primera temporada, aquel drama denso, malsano, interpretado por Matthew McConaughey,
Woody Harrelson y Michelle Monaghan; dirigido por Cary Fukunaga y escrito por
el novelista Nic Pizzolatto; HBO quería una entrega más. En una cadena para la que la marca lo es todo, True Detective era, más allá de sus defectos (fue de más a menos,
por ejemplo), una serie fundamental. Una obra de culto instantánea, con sus
fans enfebrecidos y sus críticos con ganas de sangre. Por ello la decisión
de pedirle a Pizzolatto una segunda entrega era una decisión lógica. Tras el
anuncio de la renovación nos embarcamos en meses de especulación sobre el
hipotético nuevo reparto (#TrueDetectiveSeason2 es la mejor no-campaña
promocional de la historia), sobre el argumento, sobre el peso de las mujeres y
sobre la dirección.
El reparto final y la decisión de
contar con varios directores para rodar los 8 episodios enfriaron en cierta
forma las expectativas. Yo creía que ni uno, ni lo otro, era a priori malo. Colin
Farrell y Taylor Kitsch no son, obviamente, McConaughey y Harrelson, pero
apostar por extender la historia a través de más personajes les iba a quitar
peso sobre sus espaldas y ambos podían cumplir, sin duda. Vince Vaughn era una
elección extraña como (teórico) villano, pero ¿por qué no? Y para Rachel
McAdams era una oportunidad de oro, la posibilidad de reivindicarse. Vista la
serie las tres elecciones masculinas fueron un error rotundo, sin paliativos. Aún así el problema fundamental no fueron
los intérpretes sino sus personajes, escritos con desidia, a los que se le
fueron colgando dramas personales mal presentados, banales, artificiosos. En
cuanto a lo relativo a la dirección, que hubiera varios responsables de la
misma no tenía que restarle personalidad a la propuesta visual. Ahí está la
primera temporada de Fargo para
demostrarlo. Rodada por varios directores tiene, aún así, una personalidad
visual apabullante. El problema de la
segunda temporada de True Detective
es que ha carecido de eso, de personalidad. Ha sido rodada de forma eficiente,
sin más. Ha tenido alguna secuencia poderosa (los finales de los capítulos
2 y 4), pero no ha sido capaz de crear una atmósfera poderosa, inmersiva. Ambas
decisiones me llevan a pensar que Pizzolatto decidió enfrentarse él solo al
mundo y fracasó. Buscó, premeditadamente,
ser la estrella de la función, confiarlo todo a sus guiones y se estrelló.
Básicamente porque, ante todo, la segunda temporada de True Detective está mal narrada. La serie camina sin rumbo
durante todo el relato, moviéndose sólo a base de fogonazos esporádicos,
aturdida. Si la primera temporada de
True Detective era hipnótica, la segunda es caótica. Como si a Pizzolatto no
le llegara con expulsar a los fantasmas de Fukunaga, McConaughey y Harrelson
sino que nos quisiera también expulsar a nosotros, espectadores, haciendo que nos perdiéramos constantemente en tramas que no iban a ningún sitio, carreteras sin salida. Pizzolatto
quiso demostrar que era un genio, que ni los actores ni la apabullante apuesta audiovisual de la
primera temporada tenían el mérito de la grandeza de la misma. Y no pudo. Una pena, porque los temas sobre los que
pivota la historia son muy interesantes. Corrupción, crimen organizado,
violencia, explotación sexual, especulación urbanística… Había buen material, falló la
escritura. Por encima, HBO ha programado Show me a hero, el regreso de David Simon (The Wire, Treme), 7 días más tarde, una miniserie que vendrá a hablar de lo mismo, aunque situándose en otra época. Conociendo a Simon, va a doler, Nic.
A la luz de los acontecimientos, está claro que HBO y Pizzolatto se
equivocaron. Tomada la (obvia) decisión de continuar con la serie, escogieron
la peor de las opciones que tenían sobre la mesa. La antología podría haber
contado con otro escritor para su segunda temporada. Hay muchos autores de
novela negra, como Pizzolatto, que matarían por tener a HBO produciéndoles sus
historias. Podrían haber creado así una antología de narradores contemporáneos,
bajo la supervisión del creador de la serie. Descartada esa opción, básicamente
porque Pizzolatto no iba a ceder una marca que lo ha catapultado al éxito,
podría haberse rodeado de un equipo de guionistas si, como finalmente sucedió,
tenía que escribir todos los capítulos en un corto periodo de tiempo para que
la serie regresara pronto a las pantallas. O podría haberle dicho a HBO que
necesitaría tiempo para concebir una nueva historia en su totalidad. El impacto
de True Detective ha sido tan grande que aunque hubieran pasado dos años, la
serie seguiría generando unas enormes expectativas. También podrían, HBO y el
autor, haber optado por adaptar alguna de las historias presentes en las obras
literarias de Pizzolatto (Galveston y
Between Here and the Yellow Sea), así
éste no tendría que construir de cero toda la historia. Sin embargo, decidieron acelerar los plazos, optar por
un relato completamente original y que todo el peso de la ficción recayera
sobre Pizzolatto, que tras haber tenido problemas con Fukunaga decidió,
además, contratar a varios directores, para que la forma no eclipsara al fondo
que él estaba escribiendo. Se equivocó. El ego lo cegó. No se dio cuenta de que empeorar su serie para resaltar su escritura era boicotearse a sí mismo y a su
obra. Si aprende de los errores
cometidos, True Detective puede
volver a ser una serie de referencia. El concepto es poderoso, los temas que
sobrevuelan su cabeza son interesantes y tiene a su disposición los mejores medios
para llevarlos a cabo.
De acuerdo a medias contigo. Un análisis más "ligth", centrado en el personaje de Ray Velcoro: https://elmurodedocsportello.wordpress.com/2015/08/11/sobre-true-detective-ii-ray-velcoro-y-las-rosas/
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