25. Operación Sabre (Filmin)
Tras el final de la Guerra de los Balcanes y la caída de Slobodan Milošević, Serbia se sumió en una enorme crisis que se agravó con el asesinato del primer ministro Zoran Ðinđić. Operación Sabre retrata de una forma escalofriantemente sobria aquellos años de violencia, desinformación y caos a través de una pléyade de personajes que incluye a políticos, periodistas o criminales. Nunca hay que perder de vista que todo sucedió antes en los Balcanes.
24. Efectos secundarios (HBO Max)
¿Y si existiera un hongo capaz de curar todas las enfermedades y regalarnos la eternidad a la que ya aspiran líderes políticos y multimillonarios? Joseph Bennett (Scavengers Reign, 2023) se adentra en las arenas movedizas de la conspiración a través de una animación llena de imaginación y una visión sombría sobre este loco loco loco mundo en el que nos ha tocado vivir.
23. The Pitt (HBO Max)
El éxito público y crítico de series como The Pitt, Elsbeth (Michelle y Robert King, 2024) o La diplomática (Deborah Cahn, 2023) solidifica una tendencia que no podemos obviar: los dramas clásicos están de vuelta. Los últimos 30 años han estado dominados por la televisión de autor. Sin embargo, es evidente que este modelo ha sufrido cierto agotamiento. The Pitt es el ejemplo perfecto de que la vieja forma de hacer televisión puede seguir funcionando. Orgullosa heredera de Urgencias (Michael Crichton, 1994), esta serie muestra en cada capítulo una hora en el precario servicio de Urgencias de un hospital. Dramas personales, crítica social y misterios médicos se dan la mano para construir una serie que no inventa la pólvora, pero que es entretenidísima.
22. El centro (Movistar+)
Para los que nos gusta el audiovisual sobre espías, El centro es un auténtico goce. Un equipo del CNI tiene que enfrentarse a una amenaza que combina desestabilización rusa, corrupción política, espurios intereses empresariales y la existencia de un topo. Además, claro está, de lidiar con los yankees. Ese aliado del que nunca te puedes fiar y que... ¿ya se ha convertido en un enemigo?
21. La vida breve (Movistar+) / Su majestad (Prime Video)
Tenía que hacer una pequeña trampa en esta lista de 25 series: en realidad, son 26. Esta dupla sobre los Borbones está llena de mala hostia, pero ninguna de estas dramedias es cruel con sus protagonistas. En La vida breve, Adolfo Valor y Cristóbal Garrido (Reyes de la noche, 2021; Días mejores, 2022) re-imaginan el brevísimo reinado de Luis I, un rey tan estúpido como bienintencionado. El retrato de la nobleza y de las intrigas de palacio es hilarante. Mientras que en Su majestad, Borja Cobeaga (No me gusta conducir, 2022) y Diego San José (Celeste, 2024) se inventan una abdicación en diferido por parte de un rey corrupto (jeje), para dotar de humanidad a una insensata princesa en una serie que empieza por debajo del talento de sus creadores y tiene una segunda parte sensacional. El capítulo de los jueces del Tribunal Supremo es uno de los mejores episodios del año.
20. Colegio Abbott (Disney+)
Un año más se cuela Colegio Abbott en esta lista porque sigue siendo la mejor sitcom en emisión. Todos los personajes son entrañables y graciosos. Las dinámicas grupales son maravillosas. Y no ha perdido su capacidad para criticar el desmantelamiento del sistema educativo público y el racismo y clasismo sistémico de un país que se está convirtiendo en una distopía.
19. La Ruta. Vol 2: Ibiza (Atresplayer)
Tres (!!!) años después de la primera temporada de La Ruta, una crónica adictiva sobre la Ruta del Bacalao, ha llegado la continuación del relato del DJ Marc Ribó de una forma desdoblada: por un lado, seguimos sus andanzas en una Ibiza a principios de los 00s dominada ya por los DJs; por otro, viajamos al pasado junto a sus padres a una isla que empezaba a ser transformada por el desarrollismo y la llegada de turistas extranjeros. El resultado es una serie menos vibrante que en su primera temporada, pero profundamente triste y emotiva. De aquellas tempestades, estos lodos.
18. La empresa de sillas (HBO Max)
¿Se puede hacer una sátira equidistante sobre la conspiranoia y la conspiración? Tim Robinson y Zach Kanin (I Think You Should Leave, 2019) demuestran que sí. El director de un ambicioso proyecto de centro comercial (la quintaesencia espacial de un sistema económico del S.XX que se arrastra ante el auge del comercio electrónico global) pone en riesgo su trabajo y a su familia al obsesionarse con lo que él considera que es una pérfida trama de corrupción corporativa en torno a una misteriosa empresa de sillas. Divertida y perturbadora a partes iguales.
17. Verdades ocultas (Disney+)
Tras la fabulosa Reservation Dogs (2021), Verdades ocultas confirma a Sterlin Harjo como uno de los autores a seguir de la ficción seriada estadounidense. Un periodista bonzo de Tulsa o, como él dice, un verdadista, intenta desentrañar una trama de corrupción que involucra a un famoso clan familiar, los hombres que ostentan el verdadero poder y una iglesia supremacista blanca. En el trayecto conocemos a un amplio y pintoresco abanico de personajes que nos ayudan a entender todas las miserias sobre las que se sustenta el sistema político, económico y social estadounidense. Todo ello contado con un finísimo sentido del humor y una sensacional construcción de personajes.
16. Pubertat (HBO Max)
En el seno de una colle castellera de un pueblo catalán se denuncia una agresión sexual contra una adolescente, cometida por otros tres púberes. El caso provoca que adultos y chavales se enfrenten a sus propios demonios y pongan en duda sus valores y certezas. Leticia Dolera (Vida perfecta, 2019) ha creado una miniserie que nos obliga a reflexionar sobre el abuso, el consentimiento, el feminismo, la misoginia, la preponderancia de las redes sociales en la vida de los adolescentes y el potencial de la justicia restaurativa. Pubertat no solo es una serie pertinente, también es una buena obra cultural, porque está escrita de una forma muy meditada y busca dialogar con el ciudadano que está del otro lado de la pantalla, no decirle lo que tiene que pensar.
👉🏼 Crítica.
15. Después de la fiesta (Filmin)
Una mujer está segura de haber visto a su marido tocando a un amigo adolescente de su hija mientras estaba borracho. Sin embargo, nadie en su comunidad está dispuesto a creerla. Después de la fiesta es una experiencia angustiosa, que nos recuerda que, en realidad, no conocemos a las personas más importantes de nuestras vidas. Y que tampoco queremos hacerlo.
14. Task (HBO Max)
Resulta fácil ver la mano de Brad Ingelsby detrás de la nueva miniserie estrella de HBO. Los paralelismos en el contenido y en la forma con Mare of Easttown (2021) son evidentes. El autor vuelve a conmovernos con esta historia de un agente del FBI al borde del precipicio que lucha por mantener unida a su resquebrajada familia, a la vez que intenta esclarecer una ola de crímenes vinculados a una peligrosa banda local. Llegas por lo policíaco y te quedas por lo humano.
13. La suerte (Movistar+)
Si no somos capaces de encontrarnos con el Otro, ¿qué salida nos queda como sociedad? El protagonista de La suerte acaba haciendo de chofer de la cuadrilla de un torero, a pesar de oponerse a su existencia y negarse a entrar en las plazas. Sin embargo, la relación que se teje entre el (supuesto) maestro y el chofer no solo es interesante, sino también bella. Una serie militantemente humanista que reivindica la concordia entre diferentes. La verdadera suerte es poder entendernos sin que haga falta llegar a un acuerdo.
12. The Studio (Apple TV)
Hollywood es tan ridículo como nos lo imaginábamos y, desde la irrupción de las plataformas y las redes sociales y la decadencia de la exhibición cinematográfica, es un lugar aún más bochornoso. O eso nos cuentan Seth Rogen y su equipo en The Studio, una sátira salvaje que es capaz de reírse de un mundo en vías de desaparición a la vez que lo celebra. O dicho en términos cinematográficos, The Studio es a la vez El juego de Hollywood (Robert Altman, 1992) y Babylon (Damien Chazelle, 2022). El recién nombrado jefe de un estudio llega al cargo queriendo atraer a los grandes autores a la alicaída fábrica de sueños, pero pronto descubre que esa no es su misión. Mis episodios favoritos son el del rodaje del plano secuencia grabado en plano secuencia (el 2º) y el del homenaje al cine negro (el 4º).
👉🏼 Crítica.
11. Adolescencia (Netflix)
¿Es una boutade colocar fuera del top 10 a la serie más unánimemente aplaudida del año? Quizás sí, pero diría que Adolescencia no necesita que yo la defienda. Una familia intenta entender cómo su hijo adolescente fue capaz de asesinar a una compañera y él busca un camino que lo ayude a sobrevivir a lo que hizo. El último episodio es profundamente emocionante. Gran audiovisual.
10. Andor (Disney+)
Lo mejor que ha parido el universo Star Wars desde La venganza de los Sith (George Lucas, 2005) y, también, uno de los dramas políticos más interesantes de la última década. Fake News, construcción de un Otro al que culpar de todos los males, depredación de materias primas, revolución tecno-ideológica... Esta galaxia quizás no esté tan tan lejos.
9. Poquita fe (Movistar+)
Encontrar piso. El desafío definitivo en 2025. Pepón Montero y Juan Maidagán han firmado una segunda temporada de Poquita fe a la altura de la primera. Tan desternillante como clarividente. Vaya retrato del mundo gris en el que tenemos que sobrevivir. La secuencia de las pintadas nazis es, sin duda, una de las mejores del año. Es difícil crear una serie en la que los diálogos, las interpretaciones y el humor visual estén tan sincronizados. Poquita fe es un milagro.
8. Blossoms Shanghai (Filmin)
Más de una década después de The Grandmaster (2013), ha vuelto el maestro de la dilatación del tiempo. Blossoms Shanghai es puro Wong Kar-Wai. Un culebrón sofisticado sobre la vorágine en la que entró China cuando su economía se abrió al capitalismo más voraz. Tiene, como no podía ser de otra forma, alguno de los planos y movimientos de cámara más hermosos del año. Como amante total del cine de Wong Kar-Wai, esta serie es un happy place.
7. Slow Horses (Apple TV)
La excelencia narrativa hecha serie. Un auténtico goce. La quinta temporada de la serie de los espías marginados se ambienta en unas polarizadas elecciones a la alcaldía de Londres en las que un grupo terrorista planea sembrar el caos. Una nueva entrega divertida, afilada y adictiva. Miremos a donde miremos hay enemigos dispuestos a hacer saltar por los aires nuestras democracias. Por suerte, tenemos a un alcohólico flatulento de nuestro lado.
6. Pluribus (Apple TV)
Una raza alienígena ha conseguido que casi todos los seres humanos fusionen sus conciencias en una sola. ¿Ha llegado el comunismo intergaláctico a salvar a la Humanidad del tardocapitalismo o a despojarnos de lo que nos hace humanos? Estas son solo algunas de las múltiples y juguetonas ideas que nos plantea Pluribus, la nueva obra de Vince Gilligan (Breaking Bad, 2008; Better Call Saul, 2015). La protagonista, una de las últimas no asimiladas, al empeñarse en defender su derecho a la individualidad y la libertad, ¿es la heroína o la villana de esta historia? Con Gilligan, el gran maestro de los antihéroes, es difícil saberlo. Estamos ante una serie que va a dar mucho que hablar en los próximos años. Sin Chase, Ball, Sorkin, Simon o Weiner haciendo series, Gilligan es el último mohicano de la televisión de autor que ha dominado el canon en las últimas décadas.
5. Yakarta (Movistar+)
Un exjugador olímpico de bádminton está obsesionado con encontrar a una estrella que le permita volver a la élite (y vengarse de ella). Una chica de barrio con una madre inestable y un futuro gris encuentra en el bádminton una vía de escape. Diego San José nos planta en el páramo de una vida arrasada por el abuso y nos hace sentir la impotencia y el frío que atenazan a su protagonista. Yakarta es una cartografía de los no-lugares que nos rodean: estaciones de servicios, bloques de pisos abandonados en barrios empobrecidos, moteles de carretera, pabellones desolados, casinos decantes, pueblos vaciados... Una serie que, a pesar de todo, nos enseña que siempre hay resquicios para la esperanza, que en los páramos también puede volver a surgir la vida, aunque sea de una forma tímida y frágil.
4. Separación (Apple TV)
Los primeros capítulos de la segunda temporada de Separación se ven lastrados por el largo periodo de tiempo transcurrido desde el final de la primera tanda de episodios y por una sensación de repetición de lo ya visto. Superados los 3 primeros capítulos, el resto de la temporada es impresionante, una de las mejores y más certeras distopías de lo que llevamos de siglo. La mitología se expande, la apuesta estética se eleva y lo sentimental gana terreno a lo político. El final del último capítulo quizás sea la mejor secuencia del año. Never ending nor beginning on an ever-spinning reel, as the images unwind like the circles that you find in the windmills of your mind.
3. Hacks (HBO Max)Si yo tuviera el talento de escribir ficción, daría un brazo por ser capaz de juntar las letras de los guiones de Hacks. The Studio es más exuberante, pero la crítica más radical al sistema mediático la formula esta serie. Deborah y Ava tienen que encontrar una forma de reconstruir los puentes que dinamitaron en la temporada anterior, porque solo juntas pueden enfrentarse el monstruo final: una megacorporación. Y, quizás, ni así consigan ganar. Para triunfar en las industrias culturales... hay que tener pocos principios y muchas tragaderas.
2. Los ensayos (HBO Max)
¿Cómo cojones logró Nathan Fielder que HBO le financiase esto? Fielder está empeñado en poner fin a los accidentes de aviones causados por la falta de comunicación entre los comandantes y sus segundos de abordo. Para ello reconstruye una terminal de aeropuerto, monta un talent show y... aprende a volar. Los ensayos es junto a Succession la serie más importante del audiovisual estadounidense de la última década. Una bomba de relojería dentro del sistema. Un artefacto que difumina la frontera entre lo real y lo ficcional. Una obra disruptiva que solo podría salir de la mente de un genio atrapado en sí mismo.
1. M. El hijo del siglo (SkyShowtime)
Cuando se estrenó M. El hijo del siglo, la adaptación en formato seriado del libro homónimo de Antonio Scurati sobre el ascenso al poder de Benito Mussolini, me abalancé sobre ella porque, indubitadamente era mi clase de mierda. Aguanté 10 minutos del primer episodio. ¿Por qué? Me desagradó profundamente su estética y su narrativa. Tras unas horas, decidí darle una segunda oportunidad. La terminé en menos de un día entre la fascinación y el asco más profundo. ¿Por qué es, para mí, la mejor serie del año? Joe Wright (Expiación, 2007; Anna Karenina, 2012) propone en M una forma fascista. Es decir, no se trata, solo, de una serie sobre el surgimiento y asalto al poder de la ideología fascista, sino que es una obra que hace el increíble ejercicio de estar hecha y narrada como si la hiciera un fascista. Su fotografía, su continua ruptura de la cuarta pared, su montaje, los ángulos de sus planos y la interpretación de su protagonista gritan populismo y muerte. En un momento en el que el concepto de fascismo se ha diluido hasta carecer de significado, M. El hijo del siglo traslada a imágenes la concepción del mundo de los fascistas: violenta, perversa, vengativa y enloquecida. Los bárbaros están a las puertas de Roma. Y lo van a arrasar todo.
2014: The Good Wife
2015: Mad Men
2016: Juego de Tronos
2017: The Leftovers
2018: El cuento de la criada
2019: Chernobyl
2020: Mrs. America
2021: Succession
2022: Separación
2023: La Mesías
2024: Querer
2025: M. El hijo del siglo

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