GAME OF THRONES - The Battle of the Bastards
![]() |
Spoilers de Game of Thrones hasta el final del 6x09 |
Este domingo se emitió en Estados Unidos (y en gran parte
del mundo) el noveno capítulo de la sexta entrega de Game of Thrones, el mayor
fenómeno seriéfilo de la televisión actual. La expectación estaba por las nubes
desde que HBO hiciera públicos los títulos de los capítulos de la segunda parte
de la temporada. The Battle of the Bastards dejaba poco lugar a la especulación, la
pelea entre los hijos bastardos (ejem) de Ned Stark y Roose Bolton, dilucidaría
de esta forma quién gobernaría en el Norte, si los malogrados, apaleados y
pisoteados Stark, clan que reinó en dicho territorio durante siglos, o los
Bolton, que aliados con los Lannister se habían hecho con el poder mediante la
cruel masacre llevada a cabo en la Boda Roja (3x09). Para rodar esa lucha
encarnizada a vida o muerte HBO, los showrunners Benioff y Weiss llamaron a
Miguel Sapochnik, el hombre detrás del capítulo mejor rodado de la serie,
Hardhome, el asalto de los muertos a Casa Austera (5x08). Y para construir el
relato optaron, sabiamente, por hacer girar el episodio únicamente sobre dos
tramas: por un lado la batalla en el Norte, por otro, la consolidación del
poder de Daenerys en el Este, más allá del mar Angosto. Así, un episodio que
estaba llamado a ser protagonizado por dos hombres: el invencible (resurrección
mediante) héroe, Jon Snow, y el pérfido villano, Ramsay Bolton; acabó siendo
okupado por tres mujeres: Daenerys Taragaryen, Yara Greyjoy y, sobre todo,
Sansa Stark.
Game of Thrones ha construido, a lo largo de todo el relato,
a varios personajes femeninos que luchan, en un mundo rabiosamente misógino,
por empoderarse. Ha sido, sin duda alguna, una de sus principales aportaciones
a nivel de impacto social. Conquistar para las mujeres el terreno de la
fantasía medieval es un logro inmenso y uno de los motivos por los que Game of
Thrones será recordada como una de las grandes ficciones televisivas de nuestro
tiempo. Así, The Battle of the Bastards ha mezclado los mejores elementos con los
que cuenta la serie: espectacularidad, tensión, drama familiar y una
clarividente reflexión sobre el poder y sobre las estrategias para conquistarlo
o retenerlo.
Daenerys ha puesto fin, mediante el uso de la fuerza, a la
rebelión de los esclavistas. Por fin, tras demasiado tiempo, todo sea dicho,
controla definitivamente las ciudades libres. Tras el fracaso de la estrategia
de Tyrion, pactar con los esclavistas, Daenerys ha frenado la rebelión de los
mismos gracias a sus dragones y a su ejército doothraki. Ha terminado la
travesía por el desierto, la Khaleesi está lista para cruzar el Mar Angosto y
conquistar Poniente. Para ello ha sellado un pacto con Yara Greyjoy, que le
facilitará barcos, le prometerá fidelidad y renunciará a que las Islas del
Hierro sigan viviendo a base de saqueos y asaltos en el mar. A cambio Daenerys
se asegurará de que Yara controle dichas Islas, rechazando la futura oferta de
su tío Euron. Daenerys combina así el uso de la fuerza y la capacidad de pactar, ataque y consenso, en una
estrategia de poder que busca situarla a ella sobre el Trono de Hierro.
Si todas las tácticas que pone en marcha Daenerys parecen, a
priori, acertadas, justamente lo contrario le ocurre a Jon Snow. A pesar de los
sabios consejos que le da Sansa en una maravillosa discusión en penumbras, Snow
comete todos los errores que podría cometer en su planteamiento de la batalla
contra Bolton. El problema de Jon Snow es que no es un estratega, jamás ha
ambicionado el poder, sino que su ejercicio le ha llegado casi por accidente.
Si a eso le sumamos que se deja llevar por sus sentimientos en un mundo feroz,
lo cual ya le costó su propia muerte, y que además no atiende a consejos, el
resultado es un líder que no sabe liderar y al que siguen por su honradez y nobleza,
no por su inteligencia o dotes estratégicas o discursivas. Si Daenerys cimienta
sus ambiciones sobre la premisa de que sería una buena reina, una líder justa,
Jon esgrime que es el hombre que hace siempre lo correcto moralmente, aunque no
sea lo más astuto. El problema es que Poniente no es un territorio para hombres
buenos. Por eso cae en las trampas que le tiende Ramsay Bolton, su antítesis a
todos los niveles: pérfido, retorcido, malicioso, ingenioso y ególatra (su
perdición). Era imposible para Jon salvar a Rickon en medio de una cacería
fríamente planificada por Bolton y aún así desmonta toda su táctica de esperar
al ataque de Bolton para intentar rescatar a su hermano. Una operación suicida.
A partir de ahí se pone en marcha una batalla cruenta y asfixiante en la que el
ejército de los Stark se ve rodeado y masacrado por el de Bolton.
Por suerte para Jon Snow, a su lado, aunque él no acabe de
verla como una igual, está Sansa, aquella adolescente de la primera temporada,
frívola y banal, que ha terminado por convertirse en una mujer astuta,
inteligente, calculadora y valiente. En paralelo a las negociaciones de Snow
con el resto de clanes del Norte, Sansa pone en marcha una estrategia doble:
coaligarse con Meñique y pedir ayuda a los Tully. Así, gracias a ella, Gandalf
Meñique, llega con la primera luz del quinto día justo a tiempo, para destruir las filas de Bolton
y cambiar drásticamente el rumbo de la batalla. Las complejas dinámicas de
seducción, poder y manipulación entre Sansa y Meñique aún tienen mucho terreno
para evolucionar. Sansa es el producto de un mundo violento e impredecible
dónde no te puedes fiar de nadie. Durante todo su trayecto vital ha estado en
manos de los dos actores más despiadados del relato: Joffrey y Ramsay; y se ha
relacionado con los dos estrategas más brillantes: Tyrion y Meñique. El resultado
de todo este proceso lo hemos podido ver a lo largo de toda la temporada,
germinando definitivamente en la secuencia final entre Sansa y Ramsay, cuando ésta
observa directamente cómo los perros devoran al hombre que la violó y la destruyó
emocionalmente. Una catarsis salvaje en un mundo salvaje. Los Stark están de
vuelta, Jon Snow es un héroe, pero Sansa es la verdadera, The Queen in the
North. Tiene todas las aptitudes para ser una gran gobernante en tiempos
convulsos.
VIVA LA REINA!!
ResponderEliminar<3 <3 <3 Ha tenido que tragar con carros y carretas, pero por fin es la Reina <3.
Eliminar