viernes, 24 de febrero de 2017

Los No Oscar 2016 III: Guiones y dirección

Guion adaptado


5. Park Chan-wook por The Handmaiden
La laberíntica The Handmaiden tiene un guion de estructura compleja (y tramposa), construido con precisión, para intentar engañar al espectador. Quizás, frente a su exuberancia visual, la parte narrativa podría pasar más desapercibida, sin embargo estamos ante una historia que maneja con precisión el misterio y la oscuridad humana.


4. James Schamus por Indignation
Adaptar a Philip Roth no es tarea fácil, sino que le pregunten a Ewan McGregor, que se estrelló este mismo año en su debut en la dirección con American Pastoral. El guionista James Schamus también escogió a Roth para debutar como director, sin embargo su Indignation sí es una película interesante, gracias a un guion plagado de diálogos y conversaciones inteligentes e interesantes. Schamus ha sabido captar la esencia incómoda del universo literario de Roth.

3. Tom Ford por Nocturnal Animals
Es complicado manejar el circo de pista múltiple que viene a ser Nocturnal Animals, una historia dentro de una historia, con saltos en el tiempo y entre la realidad y la ficción. Ford logra alcanzar cierto equilibrio para parir una película capaz de capturar la atención durante todo su metraje. Tiene momentos brillantes, oscuros y retorcidos. También fases más anodinas. En su irregularidad está parte de su gracia.

2. Pedro Almodóvar por Julieta
Adaptar tres relatos diferentes de una misma autora, Alice Munro y tejerlos hasta darles la forma de unidad es una labor, a priori, compleja. Julieta no es una película perfecta, desde luego, pero sí es una obra que funciona gracias a la construcción de sus personajes. Más que en los diálogos, como suele ser habitual en su cine, el poder del guion de Julieta reside en sus silencios, en todo lo que sucede fuera de la pantalla, en las elipsis.

1. David Birke por Elle
La historia de Elle combina violación, venganza, deseos tenebrosos, ironía y sociopatía. Y lo hace con un tono muy extraño, a caballo entre el thriller más oscuro y la comedia más cínica. A pesar de rozar el abismo del ridículo, logra evitar la caída. Y todo ello es gracias al tono, el tono es la clave de la película y lo que la hace tan extraordinaria.





Guion original


5. Sergio Calderón por Neruda
La literatura latinoamericana convirtió el realismo mágico en arte universal. Partiendo de ese caldo de cultivo, el cine de Larraín tiene, siempre, cierto aire de ensoñación, de jugar entre lo real y lo imaginado. El guion que ha escrito Calderón para Neruda abraza abiertamente lo soñado para bucear en las miserias de la historia chilena y reconstruir a uno de sus mitos, el poeta Pablo Neruda. Este biopic a contracorriente hace de la ironía su seña de identidad y funciona.

4. Asghar Farhadi por The Salesman
Farhadi se ha convertido en uno de los cronistas más lúcidos del cine social actual. Un experto en moverse por los claroscuros morales del sistema. En The Salesman nos vomita varios dilemas para provocar, en primer lugar, que reflexionemos y, en segundo, que nos mojemos. Es un cine que busca la pro-actividad del espectador, lo cual lo hace altamente estimulante. ¿Qué harías tú si...? Ouch.

3. Mia Hansen-Løve por L'Avenir
L'Avenir es, ante todo, una exploración de la felicidad y de la madurez, de descubrir qué es lo que te hace feliz, de disfrutar de los pequeños placeres de la vida y de aprender a vivir solo, a ser independiente, a ser, finalmente, libre. Una película cuyo guion es una reflexión desarrollada metódicamente durante todo el metraje. Brillante.


2. Jim Jarmusch por Paterson
Paterson habla de la poesía de lo cotidiano, de la belleza de las pequeñas cosas, de la normalidad en nuestras vidas. Jarmusch ha escrito la película con una delicadeza y una ternura mágicas. Es una película compleja sobre la hermosura de la sencillez. Sobre las personas, sobre su entorno, sobre las rutinas, sobre las ciudades que habitamos y los espacios naturales que contemplamos. Habrá muchas personas que no entren en la propuesta, pero si entras en ella, te cautiva irremediablemente.

1. Maren Ade por Toni Erdmann
Al igual que en el caso de Elle, el gran reto de Toni Erdmann a nivel narrativo es saber acariciar el ridículo sin caer en él. En mi opinión Ade lo logra. Su comedia negra sobre la insatisfacción vital es una película que captura a la perfección el mundo en el que vivimos, lo pone patas arriba y juega a torpedearlo desde dentro. Tiene momentos de una lucidez y una incomodidad brutales. Mientras te saca carcajadas te clava estocadas.



Dirección


5. Pablo Larraín por Neruda
Neruda es, en gran parte de su metraje, una película hipnótica, gracias al juego imágenes casi mágicas que lleva a cabo Pablo Larraín, uno de los directores más estimulantes de la última década. Un policía obsesionado con Neruda, lo persigue a través de todo Chile, desde los sórdidos clubs hasta las montañas nevadas, en un viaje hacia la demencia. Y Larraín consigue que ese viaje resulta a la vez real e imaginario, bucólico y tenebroso.

4. Park Chan-wook por The Handmaiden
Hay pocos cineastas más relevantes en el cine asiático actual que el coreano Park Chan-wook, un esteta que ha sabido construir una carrera prácticamente impecable, manteniéndose siempre fiel a sí mismo y a sus imágenes suntuosas y/o terribles. Chan-wook compone el puzzle que es The Handmaiden dejando para la memoria un buen puñado de imágenes y secuencias memorables.

3. Mia Hansen-Løve por L'Avenir
Frente al artificio visual que caracteriza al cine de Larraín y Chan-wook, Hansen-Løve opta, en todo momento, por el naturalismo en la puesta en escena. Su cámara se limita a seguir a Isabelle Huppert en los recovecos de su día a día, en un momento en el que su vida está cambiando drásticamente. La puesta en escena es, en sí misma, un brutal estudio de personaje. Al final de la película sientes que la directora fue capaz de meterse en el interior de su protagonista, de hacernos mirar el mundo, su mundo, a través de sus ojos. Y eso es algo precioso.

2. Pablo Larraín por Jackie
Sí, otra vez Larraín. Sin duda alguna su deconstrucción del biopic ha sido uno de los elementos centrales del año cinematográficamente hablando. En Jackie, el cineasta chileno, persigue de forma incansable a Jackie Kennedy tras el asesinato de su marido. El resultado es un drama psicológico, donde el dolor, la paranoia, la rabia y el abatimiento se fusionan para construir a una mujer tan fuerte como devastada, tan frágil como inquebrantable. Pura contradicción. Una pesadilla.

1. Paul Verhoeven por Elle
Y tras una larga ausencia el maestro del sexythriller, uno de los cineastas más juguetones del cine de las últimas décadas, Don Paul Verhoeven, regresó para, ante la sorpresa de todos, parir la que posiblemente sea su mejor película. Elle es una obra salvaje concebida por un director provocador, inconformista y transgresor. Elle es un festival a cargo del mejor Verhoeven. Una película que no podría ser más retorcida, impactante y desconcertante. Gracias por volver, maestro.

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