martes, 30 de junio de 2015

Las noches de verano en HBO


A lo largo de este mes ha terminado la temporada televisiva 14-15 y arrancando la nueva temporada 15-16. Netflix ha estrenado la tercera entrega de Orange is the new black y la primera de Sense8, AMC ha lanzado el regreso de Halt and catch fire y el estreno de Humans,  NBC ha recuperado Hannibal para decirnos que la matará al terminar este curso. Y en HBO se han despedido hasta el año que viene Game of Thrones (su actual buque insignia), Veep y Silicon Valley. El espacio dejado en la parrilla por estas tres ficciones lo han venido a cubrir la segunda temporada de True Detective y dos nuevas comedias, The Brink y Ballers. La recepción crítica ha sido tibia, por no decir decepcionante, algo a lo que no está muy acostumbrada HBO. En Metacritic, una web que recoge las principales críticas de Estados Unidos y elabora un ránking a partir de las mismas, Ballers cosecha un 65 sobre 10, True Detective un 63 y The Brink un pobre 51. Para poner estas puntuaciones en contexto, debemos señalar que las tres series de primavera de HBO lograron 91 (Game of Thrones), 90 (Veep) y 86 (Silicon Valley) puntos. Estamos hablando de una caída de 30 puntos de un estación a otra. Teniendo en cuenta ese dato vamos a hacer un repaso a estas tres ficciones, tras la emisión de los dos primeros capítulos de cada una de ellas.

Ballers
Cuando vemos una serie nueva tendemos a compararla con productos anteriores, sobre todo de cara a presentársela a los demás. De Ballers se ha dicho que es una mezcla entre Ray Donovan y Entourage. Esta comedia (nada graciosa, en mi opinión) sigue a un ex-jugador de fútbol americano, interpretado por Dwayne 'The Rock' Johnson, que se dedica a asesorar a jugadores en activo. Su trabajo nos recuerda al drama de Showtime pero su protagonista y la relación que tiene con sus clientes pretende ir por la línea de la antigua comedia de HBO. A mí, que Ray Donovan no ha terminado de engancharme, y que no he visto Entourage entera, Ballers no me está interesando lo más mínimo. No creo que sea mala, ni siquiera fallida, creo que es una serie menor, sin pretensiones, que no destaca en nada. Un pan sin sal.

The Brink
Dado el éxito de crítica y premios de Veep (no así de audiencias), parecía lógico que HBO apostara por producir otra comedia negra ambientada en el mundo de la política (que además está en alza televisivamente hablando). Sin embargo, más allá del género, The Brink no se parece en nada a su predecesora. De hecho, no le llega ni a la suela de los zapatos. La serie narra cómo se produce un golpe de estado en Pakistán (uno de los países con bomba nuclear más inestables del mundo) y las consecuencias que ello conlleva. La historia está contada desde tres puntos de vista, el del secretario de Estado de USA (Tim Robbins, lo mejor de la función), el de un funcionario de bajo nivel de dicho departamento en el país (Jack Black haciendo de sí mismo) y el de un militar americano destinado en la zona (Pablo Schreiber). Mientras la trama política en Washington tiene algún momento inspirado (los rifirrafes entre el secretario de Estado y el Veep), las otras dos resultan rotundamente fallidas. Yo no soy el público objetivo de Ballers, no me interesa el fútbol americano, los agentes deportivos o el humor de bros. Pero sí debería ser el público objetivo de The Brink. Me encantan las sátiras y consumo prácticamente cualquier contenido audiovisual ambientado en el mundo de la política. De hecho tengo el listón tan bajo que aún sigo viendo ese delirio llamado Tyrant, otra de las series del verano. Sin embargo, The Brink me ha dejado frío. Pretende ser graciosa, ácida e inteligente y no lo logra. Le daré margen pero tiene que mejorar demasiado.

True Detective II


Ha vuelto la serie de Nic Pizzolatto 15 meses después de haber finalizado su primer relato, aquella caza del asesino en serie a través de las décadas en una Louisiana tenebrosa. Este año Pizzolato, sin la dirección de Cary Fukunaga, se adentra en las entrañas de la corrupción urbanística en una California podrida de cemento. Los protagonistas son tres agente de la ley (Colin Farrell, Rachel McAdams y Taylor Kitsch) y un mafioso local (Vince Vaughn). La historia pivota en torno al asesinato de un socio del segundo y las ramificaciones del mismo. Tras sólo dos episodios es difícil valorar la temporada pero a mí me está gustando. Es cierto que tanto a nivel formal como interpretativo la serie es inferior a su primera temporada. Pero ello no quiere decir que Justin Lin (que no se encargará de la puesta en escena de todos los capítulos) no haya dirigido bien los dos primeros episodios (la secuencia final del 2x02 es magnífica) ni que los actores no estén haciendo un buen trabajo. Simplemente el listón estaba demasiado alto. Lin no tiene la capacidad de generar atmósfera e imágenes poderosas de Fukunaga, mientras que Farrell y compañía no tienen la presencia de McConaughey y Harrelson. Así las cosas, este año la serie se lo jugará todo a su historia, a su guion. Liberado (o más bien desnudado) del hechizo formal de Fukunaga y la densidad que le imprimían a los personajes McConaughey y Harrelson, Nic Pizzolatto tendrá que demostrar que es el gran escritor noir que nos hizo creer que era. Todo o nada. Pizzolatto ha decidido ofrecer una serie más desnuda, más puramente narrativa, y tendremos que ver si la apuesta le ha salido bien. Por ahora, he aquí un espectador satisfecho.

2 comentarios:

  1. Ya quiero ver los próximo capítulos de Ballers el primer capítulo me gusto y parece una buen opción para este segunda mitad de año

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    1. Yo aún no he decidido si voy a continuar con ella o no, no me parece en absoluto mala, creo que está razonablemente bien pero no consigo que me interese, creo que es más problema mío que de la serie en sí jajajaja

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