martes, 4 de noviembre de 2014

Una historia americana sobre los marginados

AMERICAN HORROR STORY. FREAK SHOW


He aquí una actriz descomunal


American Horror Story. Freak Show, ya ha completado su primer acto, el de presentación, tras la emisión de su capítulo doble de Halloween. Si tras los dos primeros episodios creía que Freak Show podría ser otro chasco como Coven, tras Edward Mordrake (4x03-04) tengo la esperanza de que estemos ante una temporada del estilo de Asylum. Materia prima hay. Tanto por personajes como por posibles tramas. Es verdad que hasta ahora sus mejores secuencias han sido las puramente terroríficas o las que han estado centradas en el pasado de sus personajes, y que por lo tanto el devenir del relato aún se vislumbra entre tinieblas.   

Echando la vista atrás, la antología de Ryan Murphy y Brad Falchuk, más que ser un conjunto de historias de terror, es una gran historia sobre los desheredados. Aquellos que han sido apartado por y del sistema (o Sistema, más bien) y malviven en los márgenes. Locos, brujas y ahora personas con malformaciones. Esto sin hablar de los muertos, porque al fin y al cabo ¿hay alguien más dejado de lado que ellos, que ni siquiera siguen entre nosotros? Podemos mirar por lo tanto a AHS como una serie que habla del poder. Obviamente no estamos ante Game Of Thrones o The Good Wife. En AHS el poder no es un poder político, es un poder más incoloro, que es intrínseco a nuestra forma de vida en sociedad. Hay relaciones de poder en todas partes. En esta serie nos hablan del poder definir normas sociales: “qué es lo normal” y el poder de marginar a los que se salen del molde. No por placer, sino por miedo. Y justo aquí es dónde recordamos que estamos ante una historia de horror. Miedo a lo desconocido, a lo disruptivo, a lo incontrolable. La locura o la magia no son controlables. Tampoco la muerte, claro. Y en Freak Show, como si estuviéramos ante un proceso acumulativo, hay las tres cosas. Esta cuarta temporada es un compendio de lo relatado en las anteriores. Teniendo en cuenta esto, su éxito o su fracaso residirá en si es capaz de construir una historia sólida con una dirección clara o simplemente se quedará en retazos de genialidad. Si el monstruo de Frankenstein será un éxito o un fracaso.

Conocer el pasado de algunos de los personajes más relevantes de Freak Show, ha servido para recordarnos que la historia de los marginados es una historia de dolor y decepciones. De hecho, tanto los personajes de Jessica Lange y Kathy Bates, como el del payaso asesino, son seres apaleados por una sociedad que destruyó sus sueños y los marginó. Se precipitaron desde el esperanzador éxito al más cruel de los fracasos. Toda relación de poder necesita como mínimo dos partes, curiosamente en AHS, ambas partes se mueven por los mismos motivos: el miedo. La gente “normal” por miedo a lo desconocido, los desheredados por miedo al rechazo. Vivimos, por lo tanto, en un mundo controlado por el temor. Y como está controlado, no es libre. No somos libres. Ya no es que estemos presos de los grandes poderes políticos, económicos etc., que también, sino que además estamos presos de nosotros mismos, de nuestros instintos. La práctica totalidad de los personajes de AHS cometen actos malignos, o que desde un punto de vista moral o de justicia podríamos catalogar como tales. Sin embargo, la serie nos muestra que no son gente maléfica. A veces la vida nos lleva por caminos raros. ¿Puede una buena persona verse forzada a cometer un crimen? Quizás sí, porque somos animales sociales y nuestros actos no dependen en su totalidad de nosotros mismos. El mundo que nos rodea condiciona nuestras acciones en mayor o menor medida. Repito, no somos libres, quizás nunca lo hayamos sido ni nunca lo seremos. American Horror Story cuenta una historia que da miedo, aunque muchas veces estemos hablando de un miedo distinto al que produce una puerta que cruje. Un miedo más hondo. Miedo a vivir con miedo.

PD: Inspiración a cargo de Foucault y el cobre.

1 comentario:

  1. Buena entrada y gracias por la mención inspiratoria ejem ejem...
    Quería mencionar que, personalmente, Freakshow me ha devuelto la fe en Jessica Lange.
    Realmente llegué a odiarla en Coven y al ser coronada con un Emmy pensé que había llegado a un punto de no retorno en lo que ha sobreactuación se refiere, pero en este 4x04 ha estado soberbia. Y de Kathy Bates sobran las palabras, una actriz descomunal.
    Ambas son respectivamente los pilares de ambos episodios de Halloween, la tristeza se columpia de una a la otra, son dos personajes que me inspiran muchísima lástima y que como tú dices cada una, a su manera, son el resultado de un mundo que ha aplastado sus esperanzas.
    Freakshow se presenta como la temporada con menos factor sobrenatural pero, a priori, se renueva y se defiende como la que tiene más transfondo social.
    Como tú dices, los personajes viven con "Un miedo más hondo. Miedo a vivir con miedo." Y vivir tanto tiempo en ese estado hace que exploten y se conviertan en monstruos pero, Quienes son realmente los monstruos? Los resultados o los creadores?
    Muy buena entrada.

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