jueves, 9 de enero de 2014

Nadando sobre tiburones

REVENGE


¡La siguiente ronda de morfina la paga la menda!

La tercera temporada de Revenge estaba siendo la temporada de la resurrección y la expiación de los pecados cometidos durante su segunda entrega: madres que no ardieron, iniciativas sin rumbo, cambios de acera innecesarios y sobre todo (y por culpa de todo esto) nulo avance de la trama principal: la venganza. Cuando digo que estaba es porque en el último capítulo, Homecoming (3x11), todo ha volado por los aires. Revenge ha saltado una manada entera de tiburones en 40 minutos, ni Scandal (Escándalo para los amigos) es capaz de quemar tanta trama en tan poco tiempo. Ni el Escándalo de Shonda ni nadie. Una locura, y una tomadura de pelo, y una gozada, todo en uno.

El plan maestro de esta temporada parecía claro, encaminar a la serie hacia la consumación de la venganza de Emanda. Pues ya no. Todos estábamos muy contentos por el nivel de bitcherismo de la temporada con constantes duelos de perras entre Emanda y Victoria (Emily VanCamp y Madeleine Stowe, el presente y el futuro del botox, divarracas nivel supremo), dispuestos a disfrutar de la recta final. Pues ya no. En el último capítulo, Revenge ha enredado tanto las cosas que si ABC no decide cancelarla, y tal como está ABC lo dudo, aún hay serie para rato. Y eso, obviamente, es una tomadura de pelo al espectador y sin embargo no puedo dejar de aplaudir el espectáculo pirotécnico. Revenge es ahora mismo más culebrón bananero* de lo que nunca fue, la venganza está paralizada y su protagonista al borde del precipicio. Y eso sí que me parece interesante, ver a la manipuladora Emanda en clara desventaja frente a sus enemigos y con sus alianzas comprometidas o dañadas.

Empieza tras este capítulo ya no sé si una nueva serie, pero desde luego si una nueva etapa centrada en enseñarnos como la protagonista va a salir del atolladero actual en el que se encuentra. Parecía que llegábamos al final, que la trama no podría estirarse más. Ilusos. Los responsables televisivos saben que siempre se puede forzar la cuerda un poco más, el riesgo a romperla es lo de menos, la responsabilidad con el espectador no es relevante, ya se sabe, todo por la pasta.

* [Espoilers a gogo]: Habían tirado de centenares de elementos de culebrón clásicos antes (las escaleras han dado mucho juego en esta serie) pero la amnesia es junto a la ciega que recobra la vista y el embarazo simulado (que también ha usado Revenge y que ha terminado su recorrido en este cap) mi favorito. En el momento en que descubrimos que Emanda está amnésica (ojo, podría ser una estratagema, claro, con esta muchacha nunca se sabe y no sabemos cómo llegó al hospital exactamente) mis risas se debieron de escuchar en todo el edificio. Hace bien la serie en usar todos estos giros tróspidos del género sin tomárselos en serio. Al fin y al cabo esa debe ser la clave de un culebrón de prime time de hoy en día, saber reírse de sí mismo para lograr entretenernos. PD: Ya puestos podían volver a Daniel Greyson mudo, le harían un gran favor a la humanidad.

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